El proyecto del futuro polígono industrial de Andratx, planeado en los terrenos de Son Podé, no gusta a todos los vecinos, especialmente a los afectados directamente con la modificación puntual de las Normas Subsidiarias que dan cabida al futuro suelo industrial de unos 48.000 metros cuadrados de superficie.
Pero en el pueblo hay un caso que preocupa de forma especial: la finca des Pouet, situada frente al colegio público Es Vinyet. Esta parcela es otra de las afectadas por la construcción del polígono, pero en su interior alberga dos elementos arquitectónicos que, según su dueña, son elementos patrimoniales con valor histórico y cultural: un pozo y una noria de agua.La propietaria des Pouet recientemente abrió las puertas de sus terrenos a este medio, afectados directamente por el proyecto. La afectada no acepta el emplazamiento de Son Podé €escogido por el equipo de gobierno PP-CxI€ y teme por su vivienda. Según su versión, ella tiene constancia de que sus terrenos serían expropiados y derribarían su vivienda unifamiliar en caso de aprobarse la construcción del polígono.Ese hecho implicaría también el derribo de la noria y el pozo, que la mujer muestra y de los que destaca que para ella tienen "gran valor sentimental". "En el Ayuntamiento me dijeron que no tienen ningún valor patrimonial por lo que no serán tenidos en cuenta. Pero yo lo dudo, porque esta noria es histórica, así que voy a defenderlas", manifestó la vecina. Según su versión, esa zona pasaría a ser edificable y en su lugar habría una carretera por encima de los monumentos. "Estamos preocupadas y nadie tiene en cuenta la opinión de los afectados directamente", protesta la jubilada.Esta vecina, junto a otra ciudadana afectada, insiste que está de acuerdo en la necesidad de un polígono en el municipio, pero añade que "hay que tener en cuenta la proximidad del colegio público y eso no se está haciendo" al elegir los terrenos de Son Podé.Por su parte, la otra vecina, María Bestard, que dirige la mayoría de las protestas, compara la situación con el derribo del histórico Teatro Argentino para construir pisos. Bestard agrega que "parece mentira que no hayan aprendido de los grandes errores cometidos en la historia de este pueblo", en relación con el "urbanismo agresivo contra el entorno" que, "con el paso del tiempo, se ha vuelto en nuestra contra restando calidad de vida".Las dos afirman que no se cansaran de luchar contra lo que consideran "una aberración" y, tampoco se hartarán de colgar pancartas contra el futuro polígono de Son Podé, "aunque las arranquen como han hecho con algunos letreros" Por último, agradecieron el apoyo del pueblo para con esta causa.El regidor de Urbanismo del ayuntamiento de Andratx, Pep Toni Olivares (PP), afirmó que "no consta" que se contemple ningún derribo en el proyecto del equipo de gobierno. En cuanto a las expropiaciones, el concejal dijo que "es un tema que todavía no se ha expuesto y que dependerá en un futuro del tipo de gestión que se vaya a realizar, pero se respetara al máximo la propiedad privada y la voluntad de los propietarios". "Nuestras decisiones siempre las intentamos consensuar con los afectados a los que hacemos participes", aseveró el edil popular.Además de estas dos mujeres, diferentes vecinos de Andratx se han ido movilizando con el paso de los días y han protestado contra la decisión del equipo de gobierno. Uno de los primeros fue un jubilado que, nada más conocer la iniciativa, en medio de la primera protesta colectiva que se organizó, declaró tener un pequeño huerto que siembra y cuida como entretenimiento y que, según indicó, será eliminado. El hombre auguró que "nadie" le "podrá pagar el daño sentimental" que le puede ocasionar la perdida de sus terrenos.
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