Recibimos un comunicado del Dr. Guillem Caldentey Bauza, que durante los últimos cuatro años ha venido prestando sus servicios en el centro de salud de nuestro pueblo, y que ha tenido que abandonar su labor al ser ocupada la plaza por otro medico, según altos cargos del Ibsalut, por motivos de salud.
Tengo el placer de conocer personalmente al Dr. Caldentey, y puedo constatar que es mucho mejor como persona que como profesional, lo cual ya es decir mucho. Sus cualidades profesionales se ven multiplicadas por su calidad humana y su capacidad para empatizar con todos sus pacientes, y esto se ha visto reflejado en la respuesta de pacientes y vecinos del pueblo andritxol, por eso no me sorprende nada la reacción de un pueblo, que de esta manera le devuelve todo su cariño y dedicación para con ellos.
Como aficionado a la agricultura, Guillem, has podido comprobar que para recoger hay que sembrar antes, y mimar durante. Tu lo has hecho, de forma completamente natural, y ahora recoges la cosecha...
Deseamos que mas pronto que tarde te vuelvas a vestir con la bata blanca y el fonendo al cuello, y que el pequeño Guillermo sienta la ilusión de seguir a su padre, y aquí o en otro lugar, algún paciente le diga que un familiar suyo fue atendido por el Dr. Caldentey.
Esperamos que sientas de nuevo y cuanto antes "el efecto túnel"...
Hasta pronto.
Queridos pacientes y amigos, queridísimo Andratx:
Hola a todos soy el Doctor Guillermo Caldentey Bauzá y quiero aprovechar esta gran ocasión para contaros una hermosa y bella historia que empezó hace 4 años, un frio mes de febrero. Recibí una entusiasmada llamada de nuestra querida Josefina que me puso en contacto con el coordinador y amigo Dr. Juan Peiró, me llamó para felicitarme por haber ganado una plaza como interino en vuestro pueblo de Andratx, aquella llamada fue el principio de una maravillosa etapa de mi vida, se iniciaba lo que yo llamo el efecto túnel de Son Vich.
A los pocos días me instalé como “el médico nuevo, el de la consulta de arriba” en Can Riera, un “jovenot” como decían algunos pacientes, poco a poco empecé con gran tesón y alegría mi trabajo, a los pocos días la expectación creció y empezó a establecerse una hermosa relación con mis pacientes y mis compañeros, a las pocas semanas ya me sentía como uno más del pueblo.
Esta relación médico-paciente-PAC fue creciendo día a día y cada mañana era mejor que la anterior, cada día me sentía más querido… durante estos años intenté hacer mi trabajo lo mejor que supe, lo mejor que pude… intenté poner toda mi ilusión. Gracias a vosotros pude descubrir y disfrutar del bello arte del ejercicio de la medicina, llegué al culmen de mi profesión tal como Hipócrates (Padre de la medicina) me enseñó, aprendí a ser un satisfecho médico de pueblo enamorado de su arte.
Lamentablemente un lunes 7 de mayo del 2012 recibí una terrible llamada que atormentó mi alma, me comunicaron que tenía que abandonar a mis queridos pacientes y amigos, parecía que la bella historia se terminaba…
Desde entonces la lluvia y las penumbras dominaron mis días, tras múltiples paraguas que me dejaban sin parar TODOS los que en el PAC de ANDRATX trabajan deje de mojarme… pero seguía lloviendo… afortunadamente el sol de Andratx empezó a brillar un lunes 14 de mayo por la tarde y siguió brillando el martes con más intensidad GRACIAS a las protestas de la gente de Andratx….
Algunos dicen que todo aquello no sirvió para nada pero la verdad es que el sol y la serenidad invaden hoy miércoles 16 mayo del 2012 mi vida y me siento triste pero inmensamente orgulloso y satisfecho de los siempre seréis mis pacientes y amigos….
Quiero agradecer a todos y cada uno de los que por Andratx habitan que la luz del sol vuelva a brillar mi alma, os quiero agradecer que aunque solo haya sido durante unos segundos os acordaseis de mí, solo espero que algún día el caprichoso destino me vuelva a acercar a vuestras vidas y vuelva a sentir el efecto túnel…
Estos días uno de mis hijos, concretamente Guillermo de 4 años, me contaba que estaba triste porque ya no podría ser médico en Andratx como su padre, solo espero que algún día algún paciente alegremente le pueda decir: “Mis padres y abuelos también tuvieron un médico que se llamaba Guillermo Caldentey ….”
Gracias y siempre vuestro GUILLERMO CALDENTEY BAUZÁ